Que da igual, ahora todo da igual.
Hoy no va a haber llamada de buenas noches, ni caricias de despedida, ni ganas de quedarme a tu lado. No va a haber reconciliación, ni miradas de complicidad.
Hoy es cuando me toca poner punto y final, pasar página y sacar a relucir mi orgullo, porque... aunque no haya ganado la batalla, la he luchado hasta el límite.
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